Imagine gliding through the heart of Europe, where stunning landscapes unfold outside your window. The journey from Milan to Prague is not just a trip; it’s an experience filled with charm and culture.
As you embark from Milano Centrale, the train whisks you through picturesque towns like Verona and Innsbruck, each offering a glimpse of local life and history. The shortest duration for this journey is around 13 hours, covering a distance of approximately 1,100 kilometers. High-speed trains and regional options ensure a comfortable ride.
Upon arrival at Praha hlavní nádraží, you’ll be greeted by the iconic Charles Bridge, a symbol of the city’s rich heritage. In Milan, don’t miss the stunning Duomo di Milano, a masterpiece of Gothic architecture that captivates every traveler.
So, pack your bags and get ready to explore Prague, where every corner tells a story and every street invites you to wander!

How long does the train from Milan to Prague take?
The train from Milan to Prague takes approximately 12 to 14 hours, depending on the route and connections. This journey allows you to relax and enjoy the scenic views along the way.
What is the fastest journey from Milan to Prague by train?
The fastest journey from Milan to Prague by train can take around 12 hours. This usually involves fewer stops and quicker connections, making it the best option for travelers in a hurry.
How much does the train cost from Milan to Prague?
The cost of a train ticket from Milan to Prague typically ranges from €50 to €120. Prices can vary based on the time of booking and the class of service chosen.
Is there a direct train from Milan to Prague?
No, there is no direct train from Milan to Prague. Travelers usually need to change trains at least once, often in cities like Vienna or Munich.
What is the distance from Milan to Prague by train?
The distance from Milan to Prague by train is approximately 1,100 Km. This distance allows for a beautiful journey through various landscapes and cities.
Which cities does the train stop at from Milan to Prague?
The train from Milan to Prague typically stops at several cities, including Verona, Innsbruck, Munich, and Vienna. Each stop offers a chance to explore new places along the way.
¿Has soñado alguna vez con perderse entre las calles llenas de historia y arte de una de las ciudades más vibrantes de Italia? Milán, con su impresionante arquitectura y su rica historia, te espera para descubrir sus secretos. Desde la grandiosa Catedral de Milán hasta la última cena de Leonardo da Vinci, cada rincón de Milán tiene una historia que contar. Pero, ¿qué no te puedes perder y qué debes probar para vivir la experiencia milanesa completa?
Catedral de Milán: Este majestuoso edificio gótico no solo domina la plaza central de Milán, sino también el corazón de sus visitantes. Abierta todos los días, la entrada a la catedral es gratuita, pero subir a las terrazas tiene un costo.
Galería Vittorio Emanuele II: Justo al lado de la Catedral, esta impresionante galería es el lugar perfecto para admirar la arquitectura del siglo XIX y disfrutar de un café en uno de sus históricos cafés.
El Castillo Sforzesco: Una fortaleza del siglo XV que alberga varios museos y colecciones de arte. La entrada al castillo es gratuita, pero los museos dentro tienen un costo.
Teatro alla Scala: Inaugurado en 1778, es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo. Visitar su museo te permitirá echar un vistazo a su rica historia.
Parque Sempione: Ubicado detrás del Castillo Sforzesco, es el lugar ideal para relajarse después de un día de turismo.
Santa Maria delle Grazie: Aquí se encuentra "La Última Cena" de Leonardo da Vinci, una visita imperdible. Es necesario reservar con antelación.
Brera: Conocido como el barrio de los artistas, está lleno de galerías de arte, boutiques y cafeterías encantadoras.
Y, ¿qué sería de una visita a Milán sin probar su exquisita gastronomía? No puedes irte sin probar la auténtica pizza italiana, la risotto alla milanese, y por supuesto, un gelato para endulzar el paseo.
Explorar Milán es sumergirse en un mundo donde la moda, el arte y la historia conviven en perfecta armonía. Cada calle, cada plaza, tiene su propia melodía, esperando a ser descubierta. ¿Listo para dejarte llevar por la magia milanesa?

Imagina una ciudad en el corazón de Europa donde el tiempo parece haberse detenido, ofreciendo un panorama de cuentos de hadas en cada esquina. Bienvenido a Praga, la capital de República Checa, un destino que no solo encanta por su belleza sino también por su rica historia y cultura. Aquí, las calles adoquinadas y los impresionantes monumentos te invitan a explorar sus secretos más profundos. Pero, ¿por dónde empezar?
El primer lugar en tu itinerario debe ser el Castillo de Praga, la fortaleza antigua más grande del mundo, que alberga joyas como la Catedral de San Vito. Continúa tu viaje hacia el Puente de Carlos, famoso por sus estatuas barrocas y vistas impresionantes del río Vltava. El Barrio Judío es otro tesoro, donde encontrarás la Antigua Sinagoga y el antiguo cementerio judío, llenos de historia y misterio.
No te pierdas la Plaza de la Ciudad Vieja con su reloj astronómico, un espectáculo que atrae a multitudes cada hora. La Iglesia de Nuestra Señora antes de Týn es un imponente ejemplo de arquitectura gótica. Para los amantes del arte, la Galería Nacional ofrece colecciones de arte que van desde el periodo medieval hasta el moderno. Finalmente, disfruta de una vista panorámica de Praga desde la Torre de la Televisión, conocida por su estructura futurista y las esculturas de bebés trepadores en su exterior.
Después de un día explorando, nada mejor que degustar la gastronomía local. Praga te invita a probar platos típicos como el goulash checo o los knedlíky (albóndigas de pan). Y, por supuesto, no puedes irte sin probar la famosa cerveza checa en alguno de los tradicionales pubs de la ciudad.
Viajar por Praga es como caminar a través de las páginas de un libro de historia, donde cada esquina cuenta una historia. Con su rica cultura, impresionantes monumentos y deliciosa comida, esta ciudad dejará una marca imborrable en tu corazón.

La estación de tren principal de Milán, en Italia, es la Stazione Centrale. Es una de las más grandes y concurridas de Europa, ofreciendo conexiones a numerosas ciudades italianas y europeas. Aunque Stazione Centrale es la principal, Milán cuenta con otras estaciones importantes como Porta Garibaldi y Lambrate, que también ofrecen servicios valiosos para los viajeros, conectándolos con diferentes partes de la ciudad y el país.
La Stazione Centrale de Milán se encuentra en la Piazza Duca d'Aosta. Está abierta todos los días, aunque los horarios pueden variar, por lo que es recomendable confirmar antes de planificar tu visita. Para asistencia o consultas, los viajeros pueden llamar al número de contacto disponible en su sitio web oficial. La estación ofrece servicios de consigna de equipajes, lo que permite a los pasajeros explorar la ciudad con mayor comodidad sin tener que cargar con sus pertenencias.
La ciudad de Praga, en el país de República Checa, alberga su estación de tren principal conocida como Praha Hlavní Nádraží. Esta es la puerta de entrada más importante para quienes deseen explorar la ciudad y sus alrededores. Además de Praha Hlavní Nádraží, Praga cuenta con otras estaciones relevantes como Praha-Holešovice y Praha-Smíchov, las cuales también ofrecen conexiones importantes tanto a nivel nacional como internacional, facilitando así el acceso a diferentes partes de la República Checa y Europa.
La estación Praha Hlavní Nádraží se ubica en Wilsonova 300/8, 110 00 Nové Město, Praga. La misma está abierta las 24 horas del día, proporcionando así flexibilidad para los viajeros. Para consultas o asistencia, se puede contactar al teléfono de contacto. Entre los servicios que ofrece, destaca la consigna de equipajes, disponible para aquellos que necesiten guardar sus maletas temporalmente mientras exploran la ciudad. Este servicio es especialmente útil para aprovechar al máximo las horas de llegada o partida sin el peso del equipaje.
Reserva por adelantado:
Al igual que con las tarifas aéreas, los precios de los boletos de tren tienden a aumentar a medida que se acerca la fecha de salida. Reservar semanas o incluso meses de anticipación puede ahorrarle una cantidad significativa. Viaje durante las horas de menor actividad:
Evite viajar durante las horas pico, como las mañanas y las noches de los días laborables. Opta por los viajes de mediodía, tarde en la noche o de mitad de semana cuando hay menos demanda.
Busque acuerdos y promociones especiales:
Los operadores de trenes ocasionalmente tienen promociones o ofertas especiales, especialmente durante las temporadas fuera de pico. Vale la pena inscribirse en boletines. Además, a veces hay descuentos en boletos de grupo o devolución, así que considere estas opciones si se ajustan a sus planes de viaje.