Llegar a Mantua en tren es una experiencia conveniente y eficiente, especialmente si se viaja desde ciudades mayores de Italia como Milán o Verona. La principal estación de tren en la que los viajeros arriban es la Estación de Mantua, ubicada estratégicamente a corta distancia del centro de la ciudad. Esta estación sirve como un nexo clave en la red ferroviaria del norte de Italia, conectando a Mantua no solo con ciudades cercanas sino también con destinos más lejanos mediante servicios regionales y de larga distancia.
Alrededor de la Estación de Mantua, los visitantes encontrarán varias opciones de transporte público y servicios para facilitar su llegada y movilidad inicial. Justo en las afueras de la estación, hay paradas de autobuses urbanos que ofrecen rutas hacia el centro de la ciudad y áreas circundantes, permitiendo un acceso fácil y económico a la mayoría de los puntos de interés. Además, para aquellos que prefieren mayor comodidad o privacidad, hay disponibles servicios de taxi y alquiler de vehículos.
Para comenzar a explorar Mantua, una vez llegados a la estación, lo ideal es dirigirse directamente al corazón de la ciudad. Una buena forma de hacerlo es tomando un autobús hacia el centro, donde se encuentran la mayoría de las atracciones turísticas. Este breve trayecto ofrece a los visitantes una introducción visual a la belleza de Mantua, preparándolos para la rica experiencia cultural e histórica que les espera.
Al iniciar la visita por Mantua, es recomendable comenzar con su famoso centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Caminar por sus calles adoquinadas permite descubrir la riqueza arquitectónica, los impresionantes palacios renacentistas y las encantadoras plazas que hacen de esta ciudad un destino inolvidable en Italia. Es un punto de partida perfecto para sumergirse en la historia y la cultura que definen a Mantua.